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lunes, 28 de febrero de 2011

Perdóname

Perdóname….esa fue su primera palabra, deslizó su mano por mi hombro y suavemente se acercó a mi, ambos en la cama y yo aún dándole la espalda escuche atentamente sus palabras mientras de mis ojos lagrimas limpiaban mi vista que últimamente todo borroso veía, los mares volvieron a la calma, la brisa era delicada conmigo y mi embarcación que estuvo a punto de zozobrar navega ligeramente por aguas conocidas. Mientras todo eso seguía componiendo mi corazón la sangre volvía al cuerpo o por lo menos volví a sentir latidos en mi pecho, por lo menos el camino al acantilado ha cambiado la ruta hacia una pradera hermosa diviso un gran y solitario árbol, sin embargo, en la medida que me acerco a él, puedo entender que la silueta de una mujer descansa en la base, será el destino que puso en mi camino un árbol con buena sombra y esa niña. Estará ella esperando lo mismo que yo….

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me alegro que su corazón haya vuelto a latir, que su herida haya comenzado a sanar y que su embarcación se dirija hacia mansas aguas de tranuilidad :-)